
Ahì, justo en kyoto, donde las montañas no hablan no porque esten mudas, no dicen nada por que saben que con el silencio escuchan mejor… el viento sabe tanto, secretos lejanos, y de otros tiempos…
Sobre el sembradìo de arróz… se pintan paisajes que colgaría en los cielos, los sueños y los versos…
Hay caminos que Traza Dios con su mágico y humilde sentimiento donde dejan huellas las aves que tambien saben mucho… y cantan su felicidad, por que desde arriba se ve el mundo mas hermoso… y se llora , se vierten gotas de emoción, y no solo en kyoto se escuchan los ecos misticos, asi mismo donde se edifica la ciudad, donde hace mucho calor, por el fuego de las ambiciones y otras cosas.
Pero viajando de nuevo a la tierra Japonesa debajo de una roca… sobre el tejado de un hogar, entre la familia, entre el vecino y la caña de azúcar endulzando un café….se vierte la ilusión de ver guerreros antiguos, o encontrar al moderno amante de la vida.
Sobre el sembradìo de arróz… se pintan paisajes que colgaría en los cielos, los sueños y los versos…
Hay caminos que Traza Dios con su mágico y humilde sentimiento donde dejan huellas las aves que tambien saben mucho… y cantan su felicidad, por que desde arriba se ve el mundo mas hermoso… y se llora , se vierten gotas de emoción, y no solo en kyoto se escuchan los ecos misticos, asi mismo donde se edifica la ciudad, donde hace mucho calor, por el fuego de las ambiciones y otras cosas.
Pero viajando de nuevo a la tierra Japonesa debajo de una roca… sobre el tejado de un hogar, entre la familia, entre el vecino y la caña de azúcar endulzando un café….se vierte la ilusión de ver guerreros antiguos, o encontrar al moderno amante de la vida.
anig haraf
10 08 09