Y se fue la luz, decidió no trabajar en un día como hoy…
Donde hasta el viento irritable, manifiesta su ira,
El estruendo no será domesticado…
pero ahí nacen los delicados detalles …
Un par de velas encendidas
enalteciendo la belleza de la oscuridad
con un toque de fuego luminoso,
una melodía reservada en la memoria es evocada
para optimizar el momento que se enviste de incertidumbre por el abismo de la ausencia de albor, de fosforescencia, de fulgor …
Y así fue como de pronto la ciudad entera vuelve a ser antigua…
Mas de doscientos años atrás…
Se huelen los hálitos más extraños…
Hoy despertaron mil muertos, caminan seguros por que nadie los ve.
Y los ojos se cierran … se abren y es el mismo lugar.
G.F.N.
ANIG HARAF