sábado, 12 de enero de 2008

EL ÚLTIMO GOLPE


El ultimo golpe, transcurre tan lento como fugáz…
Sangran las ganas de aniquilación… y se vierte el rojo en la frente, los parpados, pómulos y mentón…
El ramalazo se hace intenso pero es lo último que interesa…
Importa la gloria… que se arranca de cualquier lado… que se fabrica con los puños…
Y la velocidad en la cintura…
El último golpe con voz de campana… precipitado en el higado… directo sin oscilación alguna… inolvidable; a nacido, es dado y recibido, se degusta con placer ante la habitación del dolor ajeno y nada importa… de ningún modo se olvidará el mas aplaudido de los golpes… ahí donde el tiempo se ha extinguido… donde es mas brillante que el oro el herir y lesionar armónicamente… se escucha el pum,.. pum… y no es el corazon apresurado… son los guantes hambrientos…. Pum pum…. Hasta el trin ,trin donde se escucha el eco… del último golpe.
ANIG HARAF.
G.F.N

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si., me acauerdoq ue te gustaba el box
definitivamente es correcto
como la paradoja del gato de Roeshimberg

Gina farah dijo...

jajaj cual gato ?? ... luego me cuentas:::. ok

Anónimo dijo...

El experimento del gato de Schrödinger o paradoja de Schrödinger es un experimento imaginario, diseñado por Erwin Schrödinger para exponer uno de los aspectos más extraños, a priori, de la mecánica cuántica. Supongamos un sistema formado por una caja cerrada y opaca que contiene un gato, una botella de gas venenoso, una partícula radiactiva con un 50% de probabilidades de desintegrarse y un dispositivo tal que, si la partícula se desintegra, se rompe la botella y el gato muere. Al depender todo el sistema del estado final de un único átomo que actúa según la mecánica cuántica, tanto la partícula como el gato forman parte de un sistema sometido a las leyes de la mecánica cuántica.

Siguiendo la interpretación de Copenhague, mientras no abramos la caja, el gato está en un estado tal que está vivo y muerto a la vez. En el momento en que abramos la caja, la sola acción de observar al gato modifica su estado, haciendo que pase a estar solamente vivo, o solamente muerto. Esto se debe a una propiedad física llamada superposición cuántica.

La paradoja ha sido objeto de tanta controversia (y de discusión no sólo científica, sino hasta filosófica) que Stephen Hawking llegó a afirmar que "cada vez que escucho hablar de ese gato, empiezo a sacar mi pistola".

te cuidas mucho georgina farah

byeeeeeee

Anónimo dijo...

ESTOY TRISTE
PERDIERON LOS TIGRES