domingo, 4 de noviembre de 2007

Con amor profundo:



Arminda Treviño López

Memorias interminables de sus besos y palabras
Hay rincones que conservan el calor de su presencia
Y hay palabras que de su boca con desespero querían salir
Quiso decirles Te amo, quiso decirles te extraño…

Y un gracias al final de su vida.
Sus ojitos tejían amores… imposibles de ignorar…
Amor materno, calido, puro, intenso, desbordante.
Amor de hermana… dándolo todo desinteresadamente.
Amor de abuela… profundo, e implacable...
Amor de esposa, suegra, amiga, compañera, vecina…

Bendiciéndolos a cada uno.
Dios la doto de gracia… y ahora de la maravillosa paz de su presencia.

Se enmarca su rostro en los imborrables recuerdos.
Y con una oración de fe hoy se agradece a Dios

Por tan deleitosa experiencia de vivir a su lado,
Un segundo, un minuto... su vida entera.

G.F.N.
Anig Haraf

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te extraño

:)