Cubriendo el rostro

Nada se esconde bajo unas manos que cubren el rostro
Están los mismos ojos, la misma boca, el mismo aliento
Se fractura el viento contra las paredes de las manos que ahora son rocosas
Áridas, desiertas de descanso, pensantes y enfáticas al lapso de resguardar el semblante

Ah pero que oscura es la calma que se vive en el mundo interminable de ese momento
Ahí justo cuando tan suave como tensamente
Se implora a la fantasía por que aparezca y se vista de realidad sedosa.
Y aunque los ojos no se cierren… no se abraza ni un rayo de luz

Por que ese es el juego de la vida… donde se esconde lo que siempre se encuentra
Y se halla lo que nunca se busca…
Por supuesto que bajo esas manos esta el mismo rostro… la misma piel…
Pero goza de viajar a otro espacio, donde las estrellas son lanchas que flotando gozan del mar del tercer cielo.

G.F.N
ANIG HARAF