Aquí está la casa de la magia…
Es el mismo sitio en donde nací y nacieron mis letras
Estas que se matizan de sentimientos, unos estúpidos e incontrolables
Y otros tan gloriosos que no barnizaría lo suficientemente con mi intento poético descriptivo.
Hay rincones de polvos místicos… ahí duermo
Sobre los polvos provenientes de extractos de herbajes inusitados
Hay así mismo sonidos de tambores africanos en la orquesta de mis sueños…
Y nadie sabe quien juega con ellos…
Podrían ser mis manos, mis pies…
O los pájaros carpinteros que no se cansan
O simios sonrientes que desconocen los efectos milagrosos de la mueca
Aquí estoy yo también… de colores y con fiesta en mis manos, celebración por tocar..
Y toco el timbal entre mis sueños…
Y el jazz latino estremece mis pequeños destinos…
Aquí, dentro de esta caja de madera con sobrenombre “casa”
Aquí… nace la magia. Y cocino en cada suspiro un verso nuevo…
Aquí todo es real… y nada importa
Por que tan tangible es el mundo que así fallece en un solo aplauso…
En la misma fiesta de mis manos, en la misma gloria que disfrutan mis pies…
Ahí, justo cuando un señor llamado Tito Puente crea la verdadera música… la del latir de un corazón loco por vivir… amar … y vivir…
Que suena como ran kan kan… no un tum tum tum…
Y en tanto que me concentro en respirar veo la imagen mística de un hombre
Del mismo que arranca mis anhenlos y se los lleva en la valija…
Mientras en la casa de la magia… Dios susurra que todo es real… y que nada importa tanto como escuchar el ran kan kan del corazón.
No es magia…Te escucho… ran kan kan...
tocan a la puerta...
Es el mismo sitio en donde nací y nacieron mis letras
Estas que se matizan de sentimientos, unos estúpidos e incontrolables
Y otros tan gloriosos que no barnizaría lo suficientemente con mi intento poético descriptivo.
Hay rincones de polvos místicos… ahí duermo
Sobre los polvos provenientes de extractos de herbajes inusitados
Hay así mismo sonidos de tambores africanos en la orquesta de mis sueños…
Y nadie sabe quien juega con ellos…
Podrían ser mis manos, mis pies…
O los pájaros carpinteros que no se cansan
O simios sonrientes que desconocen los efectos milagrosos de la mueca
Aquí estoy yo también… de colores y con fiesta en mis manos, celebración por tocar..
Y toco el timbal entre mis sueños…
Y el jazz latino estremece mis pequeños destinos…
Aquí, dentro de esta caja de madera con sobrenombre “casa”
Aquí… nace la magia. Y cocino en cada suspiro un verso nuevo…
Aquí todo es real… y nada importa
Por que tan tangible es el mundo que así fallece en un solo aplauso…
En la misma fiesta de mis manos, en la misma gloria que disfrutan mis pies…
Ahí, justo cuando un señor llamado Tito Puente crea la verdadera música… la del latir de un corazón loco por vivir… amar … y vivir…
Que suena como ran kan kan… no un tum tum tum…
Y en tanto que me concentro en respirar veo la imagen mística de un hombre
Del mismo que arranca mis anhenlos y se los lleva en la valija…
Mientras en la casa de la magia… Dios susurra que todo es real… y que nada importa tanto como escuchar el ran kan kan del corazón.
No es magia…Te escucho… ran kan kan...
tocan a la puerta...
pero adentro danzan la escoba con la princesa mas joven de los cuentos
y el principe le prepara la cena... misma que flota en los vientos
es magia... te veo... y tus pasos al entrar suenan... ran kan kan...
tras de tí el fantasma vecino se cuela y disfruta del abrazo que nos damos...
mientras la princesa bebe el vino de la boca de su principe en la habitación de roca...
y yo... real ... tan real como el fantasma que disfruta la utopía de la casa...
y tu... creación divina... te eternizas en mi latidos... y el abrazo no se termina...
y pecho a pecho... descubrimos que los sonidos ran kan kan... se fabrican desde aquí...
no es magia... te escucho... es magia... te veo...
y el director de la orquesta cierra la puerta e interminables deseos se vinculan y se platican del amor.
Y cuenta la leyenda ... que Dios estaba ahí.
(y así fúé polvo a polvo... respiro a respiro...)
G.F.N.
ANIG HARAF
1 comentario:
Encuentro en mi correo un mensaje que captura al instante mi atención, su nombre ilumina la pantalla completa y me infla de intriga; de aquella que no se termina aún después de comprender las letras que lo componen.
Pienso en polvo, en nieve, en arena, sal o azúcar. Pero solo los últimos cristales defractan los rayos que provienen de ti. Espectros coloridos que quizas en la mirada se pueden descubrir.
Me gustó mucho leer tu saludo, que es arena húmeda en el desierto.
Saludos timbalera!
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