miércoles, 13 de junio de 2007

Serena Despedida


Vaciandome en ti... derramé mi sangre transparente sobre tu pecho, ayer al estar amando tu carne y tus huesos, vertí en tus manos unas lágrimas fantasmas que por su naturaleza, no las viste.

Se desvistieron mis sueños en tu recámara,
y endurecí mi mandíbula al tomar pedazo a pedazo tu inmensidad

Consuelo que no encontré cuando me vestí al alejarme de ti... me levante de la cama,
mordí de nuevo mis labios, esta vez de miedo...
esta vez de espanto, cogí mi bolso blanco y lo colgué sobre mi hombro fortalecido de tanto intentar amarte...
Partí... me acompañó el viento fresco de tu sonrisa y el cansancio de tu frente, el aroma de una serena despedida, un adiós callado y silente...
vaciandome completamente; en tu cuarto encontraras mi carne, mis ojos los veras en tu buró, mis labios en tu sabana, esa que dejamos en el piso y el resto de mi alma deambula con el viento y lo respiras con inconsciente singularidad... y no lo sabes; tal vez no lo sepas...

Serena despedida... un beso corto,
adiós... me voy, mañana sigo...te vivo... si vivo...

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