Si soy un personaje, ya sea fantasía o un trozo de realidad, lo desconozco
Solo sé que ayer confirmé una maravilla tan escondida, que hasta me sentí colonizadora, pionera de una hazaña peligrosa, descubrí un aroma que pensé inhumano, una de mis pasiones es probar, ¿qué cosa?, probar, ¿Qué hay de malo en probar?, nadie puede contestar esa pregunta con la objetividad que me propongo conseguir, sin embargo, lo que descubrí por mas que me esmero en revelar el contexto, me limita a ratos; ayer, lo que encontré fue un aroma; si, un olor que pensé inhumano, característico de una dulce flor tal vez, o de una mezcla química exquisita, su esencia.
Ya lo había olido una vez, el primer encuentro donde conoció mi cuerpo al suyo, en ese sitio en el que extasiada por poseer y ser poseída me perdí en su entrepierna ¡y que maravilla! estaba tan conciente que claro que no fue un sueño y como un disparo en mi cerebro me llegó la información de ese olor: Caramelo. Completamente segura estoy de esto, tanto que hoy hablando de ayer casi lo pruebo solo por olerlo en mis memorias. Que bonito es recordar tan vívidamente, tanto que no hay sabor mas deleitoso para mi desde aquel día, que su olor a caramelo.
Me permito incrementar esta descripción, por que cuando algo es tan intenso como mi pasión, la cual se descubre irremediablemente de manera enloquecida, por esa intensidad asevero que ese olor no es humano. Yo no lo despido, pero lo mas inquietante es que haciendo un recuento de toda la gente que he olido, me asusta la cifra, nunca se había colado por mi nariz esencia semejante. Lo mas interesante es que no es una fragancia, no es un componente químico, eso es lo que necesito recalcar, por lo cual convencerme que el caramelo también se puede fabricar desde el organismo de este ser al cual me refiero, me impacta y me produce así mismo éxtasis y conmoción inigualable; mi capacidad de asombro se manifiesta como un infante cuando abre mas los ojos al percatarse día a día que el mundo no es solo lo que compone su casa, el espacio pequeño que lo inunda de vida, se va rompiendo para convertirse segundo a segundo en un mundo cada vez mas real o por lo menos un poco mas amplio y complejo que va crujiendo al expandirse.
El olor a caramelo es mucho mas delicioso que su sabor, por eso estoy tan emocionada de haber descubierto esto en un humano el cual me ha hecho pensar que es posiblemente de alguna manera un extraterrestre, suena curioso y chistoso seguramente, pero, hablo muy en serio, tanto que mi vida cruje por que esta ampliando el límite que tenía, saboreo lo mejor que he inhalado, y no se si merezca algún galardón por mi descubrimiento, pero no solicito tal honor, la recompensa mas valiosa sería sin duda que él, poseedor de mi descubrimiento, me permita seguir experimentando con su esencia, que para ser sincera lo único y mas importante es… olerla intentando adquirirla en mi organismo para saciar esa extraña necesidad que ahora vivo…
Solo sé que ayer confirmé una maravilla tan escondida, que hasta me sentí colonizadora, pionera de una hazaña peligrosa, descubrí un aroma que pensé inhumano, una de mis pasiones es probar, ¿qué cosa?, probar, ¿Qué hay de malo en probar?, nadie puede contestar esa pregunta con la objetividad que me propongo conseguir, sin embargo, lo que descubrí por mas que me esmero en revelar el contexto, me limita a ratos; ayer, lo que encontré fue un aroma; si, un olor que pensé inhumano, característico de una dulce flor tal vez, o de una mezcla química exquisita, su esencia.
Ya lo había olido una vez, el primer encuentro donde conoció mi cuerpo al suyo, en ese sitio en el que extasiada por poseer y ser poseída me perdí en su entrepierna ¡y que maravilla! estaba tan conciente que claro que no fue un sueño y como un disparo en mi cerebro me llegó la información de ese olor: Caramelo. Completamente segura estoy de esto, tanto que hoy hablando de ayer casi lo pruebo solo por olerlo en mis memorias. Que bonito es recordar tan vívidamente, tanto que no hay sabor mas deleitoso para mi desde aquel día, que su olor a caramelo.
Me permito incrementar esta descripción, por que cuando algo es tan intenso como mi pasión, la cual se descubre irremediablemente de manera enloquecida, por esa intensidad asevero que ese olor no es humano. Yo no lo despido, pero lo mas inquietante es que haciendo un recuento de toda la gente que he olido, me asusta la cifra, nunca se había colado por mi nariz esencia semejante. Lo mas interesante es que no es una fragancia, no es un componente químico, eso es lo que necesito recalcar, por lo cual convencerme que el caramelo también se puede fabricar desde el organismo de este ser al cual me refiero, me impacta y me produce así mismo éxtasis y conmoción inigualable; mi capacidad de asombro se manifiesta como un infante cuando abre mas los ojos al percatarse día a día que el mundo no es solo lo que compone su casa, el espacio pequeño que lo inunda de vida, se va rompiendo para convertirse segundo a segundo en un mundo cada vez mas real o por lo menos un poco mas amplio y complejo que va crujiendo al expandirse.
El olor a caramelo es mucho mas delicioso que su sabor, por eso estoy tan emocionada de haber descubierto esto en un humano el cual me ha hecho pensar que es posiblemente de alguna manera un extraterrestre, suena curioso y chistoso seguramente, pero, hablo muy en serio, tanto que mi vida cruje por que esta ampliando el límite que tenía, saboreo lo mejor que he inhalado, y no se si merezca algún galardón por mi descubrimiento, pero no solicito tal honor, la recompensa mas valiosa sería sin duda que él, poseedor de mi descubrimiento, me permita seguir experimentando con su esencia, que para ser sincera lo único y mas importante es… olerla intentando adquirirla en mi organismo para saciar esa extraña necesidad que ahora vivo…
Por esta esencia peligrosa mi alma esta flotando en lecho de nubes y reposa serena y calidamente, mientras mi cuerpo desnudo de miedo me pervierte deliciosamente a inhalarlo mas.
G.F.N
18-05-07
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