Energía Azteca

Está él parado sobre la pirámide de la luna
Y un pájaro casi místico se detuvo a contemplarlo
Era un hombre fuerte semidesnudo que recogía la energía del sol
Que se adhería al paisaje con su fiereza indomable

Está ella con la cara lavada
Con las manos talladoras de obsidiana
La serpiente viajera se detuvo frente a ella
Para admirar tanta belleza.

Y en la noche están los dos
Envueltos de sombras, piel a piel
Consagrando el momento de preludio al sueño
El fuego naciendo de la fricción de esos labios

Y de mañana él sale de su hogar
Y de mañana las aves despiertan el hambre
Cantan las voces de una cascada lejana
Y gritan cuando el agua se estrella en las rocas

La pirámide está desnuda
Y el hombre la visita de nuevo
Lleva en la mano la sangre de su alimento
Lleva en el pecho el orgullo, el coraje… sudor y veneno

Se inca en el centro de la cima
Y recoge una vez más la energía del astro rey
Menea la cabeza cuando una nube tapa el calor luminoso
Y baja con la ilusión de un mañana ardiente.

Ahí está la morada, adornada de colores y figuras
en el mismo sitio donde la dejó aquella mañana
y a dentro la serpiente aletargada
Mirando fijamente a la bella cara lavada

¡Que llueva!, el hogar sin techo alguno estaba sediento
¡Que llueva!... Cara lavada veía a la serpiente
Y el hombre de sangre en pecho
Danzaba y pensaba ¡que llueva!

G.F.N
17-07-07