Maniquí

Voy a escurrir mis manos
En las que se estancaron dos lagrimas
Una de cada ojo…
Esos que casi no piensan en cerrarse

Voy a trapear este piso…
El mismo de mármol de ensueño
Y se secarán esas dos gotitas de sal autentica
Sal de mis sales

Y sin humedad… sin nada
Bosquejaré la silueta de los tiempos muertos
Y aquellos que agonizan
Y mutilaré a la orquesta de voces para que mueran hoy mismo…

Para ser sorda a los lúdicos momentos
A los estúpidos vientos
Que un día se vistieron de gala fingiendo ser elocuentes
Que se escalde la lengua que aún quiera decir algo

Hoy es momento de amarrar al silencio
Y volcarlo a la muerte
Y escuchar solamente el bramido
Y no percibir cuando se quiebre de dolor.

Acabo de matar a esas dos gotas de sal de mis ojos
Se han secado y en estas cuencas ya no hay nada
Ni ojos, ni brillo de estrellas
Se resbala de mi cuerpo la ropa asfixiante…

Y desgarro una a una las huellas de esos días
Y solo quedan mis huesos…
Solo quedan los restos… no hay que enterrarlos
No hay que moverlos…

Ni un abrazo mas
Ni uno solo…
Ni siquiera se momificarán en sueños
La seguridad se desfila ante mis ojos … allá vá …

La sigue mi cuerpo…
mis telarañas mentales
y la enardecida alma que me inunda..
otros rumbos… allá va…. Allá voy…

en un aparador nací...
y la gente tuerce sus cuellos
para seguir contemplando mi pose
maniquí de ceda vestida de lino...

recostada en la hundida historia de esos días...
es un maniquí mi cuerpo...
mutilado y vendido al susurro de noches sin sueños
... allá van las voces... muriendose y matando versos...

G.F.N