Un monumento a la música,
Cómo lo hago,
Cómo lo haremos?
Escarbo en mis ingenios y mi pregunta crece
Cómo aplaudirle a los sonidos mágicos de esa melodía
Si es preferible dejar que el silencio nazca un poco
Para no perder así el deleitoso momento de esas cuerdas y esa voz
Y aplaudir es lo que el instinto practica al batirse de gozo
Y por una noche entera pudiera escuchar esa voz
Y por una interminable mañana incubaría a mis oídos
En ese refractario de sonidos frágiles y sollozantes
Adoloridos y artísticamente formados de roca y hielo.
Mis manos fraguan un monumento invisible
A la magia del sonido…
Luces, sombras, silencios
Bailando con el ritmo que nace y muere
Nace y muere, una y otra vez
Con la única finalidad de vibrar,
Excitarse, sosegarse,
Morir para nacer en un cúmulo de loas
Sinceras e imposibles de tocar.
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