Sus brazos formando dos cerros reposan
Y sus ojos pernoctados congregan a la oscuridad con la mañana
Se suturan las ilusiones enramándose en un manto de sosiego
Y los extractos de placer son ungidos sobre los labios diligentes
Y ahí se broncea… con la luminosa caricia del sol
Y se precisan mas horas para perpetuar la calma
Se requiere siempre un minuto mas para excavar en las ondas del sueño
Y besar al príncipe y probar las glorias de un abrazo de invierno…
Vamos, no te levantes, sigue dormida,- se escucha una voz suplicante
Elévate, que las nubes son almohada y los mares rítmicos mecen…
Tocan y cantan ángeles selváticos y conmueven con sus ritmos
Mientras de ceda son las sábanas invisibles que cubre a la dama acogida en la cama de piedra pulida.
Y sus ojos pernoctados congregan a la oscuridad con la mañana
Se suturan las ilusiones enramándose en un manto de sosiego
Y los extractos de placer son ungidos sobre los labios diligentes
Y ahí se broncea… con la luminosa caricia del sol
Y se precisan mas horas para perpetuar la calma
Se requiere siempre un minuto mas para excavar en las ondas del sueño
Y besar al príncipe y probar las glorias de un abrazo de invierno…
Vamos, no te levantes, sigue dormida,- se escucha una voz suplicante
Elévate, que las nubes son almohada y los mares rítmicos mecen…
Tocan y cantan ángeles selváticos y conmueven con sus ritmos
Mientras de ceda son las sábanas invisibles que cubre a la dama acogida en la cama de piedra pulida.
(Y así se anhela... uno ... un minuto mas)
G.F.N.
Anig Haraf