En la frente

Una vez…
Un hombre desconocía el significado del beso en la frente
Estaba paralizado recibiéndolo
Mientras en su interior la pregunta crecía…

¿Por qué en la frente?... si están las mejillas, los labios…
El cuello… la espalda… ¿por que la frente?
Y la dama sonriente lo miraba
Con silencios que parecían sabios

Y el hombre así pasó la noche y varios días,
Y la respuesta flotaba en el aire,
Por las calles, y en los sueños…
Y cuando el hombre buscó por última vez, tropezó con la respuesta

Era uno de esos días donde todo es un símbolo
E indisolublemente es respuesta…
Y ahí, en el rincón de su habitación,
Justo antes de ser tomado por el ciclo nocturno que hipnotiza

Ahí en un rincón terrenal encontró la respuesta
En forma de susurro, en forma de señal…
Primero sintió el calor en su frente solitaria
Y ahí fue donde emergió la explicación…

Es: Sincero, y directo a los pensamientos…
Creando un lazo íntimo entre esos labios
Que representan el alma y la frente
a la razón…

Es un beso seguro que vierte ternura
Y recibe una porción de autenticidad
Y es ligero, sin equipaje, sin pretensiones
Solemne desde que nace hasta que muere

El beso en la frente, nunca se olvida…
Se eterniza, por que su intención es provocar a la memoria
Estudia la piel que es ignorada…
Y no juzga… es humildemente intimo…

Y quiere gritarle algo al ser de enfrente
Pero es prudente y con sus labios cerrados acaricia suavemente
Tímidamente, pero firme
Ya que las manos acomodadas en el rostro solidifican el mensaje…

Y ahí, en ese rincón terrenal,
El hombre cautivado esparcía en su memoria ese beso…
Y jugaba con la sensación de descubrir
La cereza de los labios en su frente.

Y antes de caer rendido…
Escucho melodicamente…

La frente es el centro del mundo…
Ahí se concentra la energía pura y poderosa…
Asi cerró sus ojos… con sus manos en el beso inmortal…

En la frente.

Anig haraf